En momentos de crisis se agudiza el ingenio, suelen decir. No lo dudo, se deja de estar en la comodidad de ganar dinero sin apenas innovar. También proliferan los imbéciles, gente que hace daño sin obtener beneficio. Además de la gente malvada y cruel, aprovechándose de los demás obteniendo beneficio.
Aunque he dicho proliferan, no sé si más bien es que se despiertan los instintos básicos de algunos o se desenmascaran. El exceso de dinero o la falta de él desenmascara a la gente. Sin embargo, a las personas nos toca sufrir ésta situación.
Considero que soy una persona que se sorprende de casi todo y me suele producir curiosidad por conocer casi cualquier cosa. Esto hace que dedique un poco del reducido tiempo del que dispongo a una cosa cada vez. Lo sé, también está esta frase de “el que mucho abarca, poco aprieta” pero para eso está la constancia.
No creo que, aunque se sea ingeniero doctor en tal o cuál cosa, o más bien tenga tal título, se es doctor en educación, respeto y humildad. Te encuentras el mismo número de imbéciles en todos los estratos sociales. Sí, estratos ya que hay muchos que se niegan a entender que hay clases, cada vez más diferenciados y los que lo niegan, suelen negar su propia condición. Esto les viene bien a los de más arriba ya que tienen a gran parte apaciguados en esa falsa ilusión y logran manipularlos para que se vuelvan contra los de su misma clase. Un obrero de derechas, es posible precisamente así. Niega su condición, adopta postulados de estratos superiores, considera al resto que no piensa igual como ignorantes y siente la necesidad de sentirse parte de un grupo (populacho de interés para las “verdaderas” élites del poder). ¿Autarquía, germen de dictadura o fascismo? Puede ser, todos estos no suele cuestionar más allá de las cuestiones contestadas de sus líderes (otras marionetas del poder).
Volviendo al tema en cuestión, la humanidad no es un todo como nos quieren hacer creer. En una democracia la idea fundamental es la igualdad entre individuos. No hay que ser muy despierto para darse cuenta de que eso no es así. La igualdad de derechos sí pero no a todos les gustan lo mismo ni les interesa lo mismo. Sea por educación, habiente, geografía, religión… puede interesarte una u otra cosa. Sólo mirando a mi alrededor veo a gente que lo único que aspira es tener más dinero, otros tener más tiempo para jugar con la consola, otros tener relaciones con el sexo opuesto y otros aprender de diversos temas. Después está el dinero que te pone dentro de una clase en la que necesitas luchar por él o por mantenerlo.
A mí me surgen dudas de lo que voy aprendiendo. Dudas que considero razonables y trato de plantearlo a personas que creo que saben. Aquí te encuentras otra vez con la barrera del ego. Dentro de éstos individuos están los que necesitan sentirse únicos y especiales y desde su pedestal sólo hablan habitualmente con individuos tocados por el dedo divino, según su apreciación. Rara vez atienden a individuos con conocimientos menores. Puede que eso no les aporten nada. Al fin y al cabo, me recuerda a una entrada, la primera que hice en mi blog de blogspot. La hice como respuesta una pregunta que me formuló una amiga que ya no está entre nosotros. Se trataba del típico que se jacta de su ignorancia y se cree que forma parte de la gente normal pero termina actuado igual que de aquellos artistas bohemios que criticaba.
Ni pregunto lo mismo ni pregunto a los mismos pero conforme se estabiliza… normaliza esta crisis, la estupidez y perversión se ponen en modo “por defecto”. La situación actual de interconexión hace que cada vez se muestren personas tal como son y no porque digan la verdad de lo que son sino la verdad de lo que quieren ser. Las redes sociales, internet en general permite tener esas identidades múltiples (puede que de todas ninguna sea la real). Ese ego, ese sentimiento de ser parte de un grupo especial tocados por los dioses crece según aumenta en miles de seguidores en dichas redes, blogs y si sales en los medios de “comunicación” convencional llega a ser una estupidez supina. Luego están los que queriendo dorar más su estatus siguen en redes a todos los que le siguen y llegados a un número, dejan de seguir a miles subiendo ese cache. (Siguen a pocas decenas y son seguidos por miles).
La historia se repite una y otra vez, esta vez no porque no sepamos lo que ocurrió en el pasado. Esta vez es porque pensamos que no es posible que se vuelva a repetir. Nos creemos más buenos, listos, inteligentes, negamos nuestra propia condición (sí eres un trabajador con o sin trabajo pero eres de clase obrera) y la autocrítica brilla por su ausencia. “Ya vengo de vuelta”, “¿Te crees que me he caído de un guindo?” Pues francamente sí que lo pienso. Creo que debo haberme caído de alguno ya que me sorprendo de muchas cosas, me critico y critico lo que me rodea, no considero que vengo de vuelta y trato de responder y ayudar (en la medida de lo posible) a los demás. Pero estamos en un momento en el que eso puede ser o parecer poco. Hace falta más conciencia, una conciencia perdida, si es que la tuvimos alguna vez, de que entre todos podemos hacer los cambios que deseamos. No podemos estar pensando que las cosas pasan porque sí, porque tenía que ocurrir. Mientras estás trabando o buscando trabajo los de estratos superiores usan ese tiempo para gestionar y pensar en qué vas a estar ocupado a continuación. Ah, y fomentando el individualismo y buscando a individuos para formarlos como líderes, o grupo de éstos dentro de ese populacho.
Así que creo que podría llegar a asegurar que la estupidez está en todas las clases sociales pero en la que más se nota es en la baja. Si las superiores fallan con sus estupideces, serán los de abajo los que lo paguen y además muchos le darán la razón a esos Amos, Cortijeros, Dueños del corral.
En crisis, las “ideas” absurdas, a las que no atenderíamos ni un segundo o de la que nos reiríamos tienen el terreno abonado. La intolerancia, crueldad y estupidez tienen el momento de floración. ¿Se cumpliría así la frase “mientras la población aumenta, el nivel de inteligencia permanece constante”? No dispongo de datos para saber si es cierto, si los nuevos son más imbéciles, o el número de imbéciles aumenta conforme aumenta la población. Puede que se trate de una condición humana pero por eso, por el bien de la humanidad y por la de ellos mismos deberían pasar unos test de capacitación si alguno de estos optan por puestos de responsabilidad.
En el mundo privado puede que éstas actitudes les interesen ya que prefieren tener a gente que sólo le funciona su parte del cerebro de reptil, incapaz de tener empatía por el resto, verdaderos depredadores sociales en busca de formar parte de esa élite (algo así como restablecer el orden natural de las cosas, ese equilibrio que no había según esa mente enferma). Peor en el mundo público deberían ser retirados de inmediato ya que no piensan en el bien común. En en ámbito personal debería haber más autocrítica, más humildad y pensar menos que el interlocutor es tonto.
Igualdad entre todos, sí pero de derechos. Estamos en democracia por lo que la igualdad debe estar en derechos, lo que no puede ser que por comodidad dejemos a estos depredadores unos e imbéciles otros que destrocen nuestra sociedad. La técnica del avestruz, o la de niños tapándose con la sábana no nos salvará de la aparición de un elemento singular y carismático que anime, encienda, agrupe y haga sentirse uno a esa masa de individuos que necesitan sentirse elegidos (ya que la realidad mediocre de su vida los abruma). Parece que cada vez estamos más cerca de 1932.
“Para que el mal triunfe, sólo se necesita que los hombres buenos no hagan nada” Edmun Burke
P.D.: Sí, Edmun era liberal pero ni los liberales de antes son los de ahora ni ahora se es consciente del papel del individuo en la sociedad como se tenía antes.
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